-Sólo a mi se me puede perder el mouse.
-¿era un mose inalámbrico?
-No... ¡no mames, era un hamster!
-¡qué chiste tan pendejo!
-¿Y porque es pendejo no lo voy a decir? Si a ti no te hace reír mi chiste a mi me vale verga.
Y pasaron 3 horas, y llegué a casa bien pedo.
-Canito ¿estás bien?
-No estés chingando Cassandra, soy un pendejo, otra vez me cogí a mi jefa y le conté el chiste del hamster. Y me corrió. Auuuuuu, ¡Auuuuuuuuu!
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